miércoles, 24 de agosto de 2016

El lado más oscuro de Simone Biles


La gimnasta estadounidense es un claro ejemplo de superación. Con
19 años, se ha convertido es una de las grandes deportistas de estos juegos Olímpicos de Río. Y no es para menos. En los quince días que ha durado la competición se ha alzado con cinco metales, cuatro oros y un bronce. Con ello, ha superado el récord de la atleta rumana Nadia Comaneci, que consiguió tres oros y un bronce en los Juegos de 1976.

Pero no es oro todo lo que reluce. La infancia de Simone Biles no fue nada fácil. Con su padre biológico no mantiene ningún tipo de relación y cuando tan sólo contaba con tres años tuvo que separarse de su madre por los problemas de ésta con el alcohol y las drogas. Fueron sus abuelos maternos, Ronald y Nellies Biles, los que decidieron adoptarla e irse a vivir con ella y su hermana pequeña, Adria, a Spring, cerca de Houston. Esto conllevó separarse de sus otros dos hermanos, Tevon y Ashley.

El deporte que la ha llevado a alzarse con 5 metales apareció en su vida cuando tenía sólo 6 años. Con 8 empezó a entrenar bajo la dirección de Aimée Boorman, que hoy sigue siendo su principal mentora. "Un día decidió que sería una gran gimnasta y desde entonces lo ha hecho todo para lograrlo", declaró la entrenadora a The Times.

A pesar de considerar a sus abuelos sus verdaderos padres, Simon mantiene una buena relación con su madre, Shan Biles, con quien habla esporádicamente en fechas señaladas como año nuevo o cumpleaños. En una entrevista, la atleta dejaba claro que no guarda ningún tipo de rencor a sus progenitores. "Cuando era más pequeña me preguntaba qué habría sido de mi vida si no hubiese pasado nada de esto, le daba vuelta a si mi madre estaba arrepentida y querría haber hecho las cosas de manera diferente, pero evito plantearme estas dudas porque no soy yo quien tiene las respuestas", revelaba.

Para la madre biológica de la atleta nunca fue nada fácil tener que separarse de sus retoños, según declaró recientemente al diario Daily Mail. "Me siento como si no tuviera ningún derecho. Ellos la han criado y han trabajado con ella haciendo esto y aquello. ¿Y quién soy yo? Estoy mirando desde fuera. A pesar de que soy su madre biológica, tengo que respetarlos".

La campeona olímpica puede presumir de irse de Río no sólo con cinco medallas sino también de haber recibido la visita sorpresa de su mayor ídolo: el actor Zac Efron, quien al enterarse de la admiración de Simone por él no dudó en subirse a un avión y acudir hasta la ciudad brasileña para sorprender a la campeona olímpica. Los dos mostraron su entusiasmo por su encuentro en las redes sociales, donde colgaron varios vídeos y fotografías.

"Hey Zac Efron. Yo la vi primero... Ella es mi chica", con estas palabras el gimnasta brasileño Arthur Mariana bromeaba sobre una posible relación con la estadounidense. Pese a esta publicación, lo cierto es que Arthur y Simone tan solo mantienen una gran relación de amistad, tal y como él mismo explicó en Us Magazine: "Somos sólo amigos, como cuando nos vemos en otras competiciones y nos mandamos mensajes".

Por:Informalia

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